Confesiones de una feminista cristiana

Mientras empiezo a escribir este artículo estoy, y cada vez más veces, en un dilema entre dos corrientes de pensamiento. Dos teorías o maneras de ver el mundo que parecen ser contrarias y mutuamente excluyentes. Pero que cada vez con más fuerza intento armonizar.   

Las dos tienen valores fundamentales fuertes, de esos que marcan cómo uno debe vivir y actuar. Las dos requieren de un profundo análisis y de conocerse a fondo para ir progresando en ellas. En esta medida mis dos corrientes de pensamiento se parecen mucho: cuando decides aceptarlas, te cambian la vida. Pero en muchas otras cosas difieren y en gran medida.

james-l-w-416556-unsplash.jpgComo lo mencioné en mi perfil, soy una persona que ha crecido con un ambiente creyente muy fuerte. Desde que era muy pequeña empecé a asistir a una iglesia cristiana protestante. Al principio, como todos, creía porque mis papás me llevaban. Pero durante mi adolescencia pasó de ser una manera de pensar a una fuerte convicción. Fue algo progresivo que involucró muchas horas de estudio y reflexión (para que vea, tengo un diploma de estudios teológicos). Yo amo a mi iglesia y me ha enseñado valores muy importantes para mi vida como lo son el amor, las segundas oportunidades, la sabiduría, y el liderazgo, entre muchos otros. Estoy segura que si algo ha moldeado mi manera de ser, ha sido lo que he aprendido en este lugar. Y también estoy segura de que este mismo lugar me hizo feminista.

Si usted ha crecido de alguna manera en cualquier entorno religioso, entenderá que en éste la palabra feminista tiene una connotación negativa. Muchas veces se ve como algo sucio, algo de rebeldes que buscan una liberación sexual, de mujeres que tienen sed de poder o que no reconocen la belleza y simpleza de seguir el liderazgo del hombre. De la misma manera, cuando uno llega a un círculo intelectual y afirma que es creyente también tiene una connotación negativa. Se le tilda de sumiso, falto de  educación, homofóbico e irracional. Estas visiones son algo que quiero confrontar.

Yo no soy feminista porque sea una rebelde perdida o porque mi vida se haya llenado de pecado. Yo soy feminista porque reconozco que valgo lo suficiente para no entregar mi vida a cualquiera. Yo soy feminista porque reconozco que hay que amar por encima de todo, y que los hombres y las mujeres deben estar en igualdad de condiciones. Soy feminista porque reconozco que hay situaciones de discriminación hacia la mujer que debemos cambiar.

Mis valores como feminista cristiana se plantan en tres pilares: Dios es amor, Dios nos creó iguales a los hombres y las mujeres y Dios nos ha dado dones y talentos. Ahora, si usted cuestiona la misma existencia de Dios y sus atribuciones, tal vez esta no sea la columna para usted, pero trate de ver el mensaje que está detrás de las palabras que estoy escribiendo. Si algo he aprendido en estos años de reflexión, es que la fe va más con el creer que con el racionalizar.

Para mí, lo más fundamental de mi vida es el amor. El amor visto desde 1 de Corintios 13:4-8 (uno de los versículos más trillados en el mundo cristiano): el amor de las segundas oportunidades, de ponerse en los zapatos del otro, el amor que no juzga a las personas sino que espera todo lo bueno, lo justo, el que todo lo cree. Si usted lo lee por primera vez va a decir «Daniela es una romántica empedernida», y sí lo soy, aunque una parte de mí no lo quiera aceptar. Pero piense estas características en el contexto de las relaciones con sus amigos, con su familia, con la gente que quiere, inclusive con la que no quiere. Ese es el amor del que estoy hablando. El de hacer lo que es justo aún cuando la gente está en contra de uno o cuando uno no tiene ganas de hacerlo.

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Tomada de: Refinery29

Mi lucha en el feminismo va ligada a esto: a luchar por lo que considero una causa justa. He entendido que cada persona tiene una lucha personal y que la vida va más allá de lo que uno hace por uno mismo. Sé con certeza que mi lucha por mejorar la posición de la mujer en la sociedad está ligada a mejorar la situación de muchas mujeres alrededor del mundo. Sobre todo la de aquellas que no han tenido el mismo privilegio y oportunidades que yo he tenido. ¿Y no es esto un principio cristiano? ¿Amar al prójimo como a sí mismo?

 

El segundo pilar se basa en una de mis predicas favoritas. La he oído un par de veces y es la que más me ha impulsado al feminismo. Génesis 2:22-24 cuenta cómo Dios, Jehová como era llamado en el Antiguo Testamento, durmió a Adán y tomó una costilla de él para crear a la mujer. «Dios tomó un hueso del costado, no de la cabeza para que la mujer fuera superior, ni de los pies para que fuera inferior, sino de su costado para que fueran iguales¨. Ser iguales significa que las mujeres no deben ser pisoteadas, no deben ser abusadas, y el hombre NO es superior a ella.

El feminismo es sobre ambos, hombres y mujeres. El feminismo afirma la humanidad completa de la mujer, y no pretende sofocar la del hombre. Pero para poder entender y aceptar que las mujeres no han tenido una voz/humanidad completa en la historia, hay que aceptar que la voz de los hombres ha sido históricamente más fuerte, incluyendo estructuras que los favorecen. Requiere coraje aceptar la necesidad de repensar las situaciones y acciones de la vida cotidiana para que la mujer pueda ocupar la misma posición en la historia.

Sobre el tercer pilar, la religión nos ha enseñado que Dios nos hizo únicos a cada uno con dones, talentos (Mateo 25: 14-30; 1 de Timoteo 4:14), y sueños que van en línea con el propósito de la vida de uno. Bueno, yo desde muy chiquita me di cuenta que uno de mis talentos era la inteligencia, de pronto más que algunos de mis amigos hombres. Más de una vez me comprometí a que iba a mantener a algún amigo, y en mi casa cuando me decían que me casara con un hombre rico yo les respondía que «la de la plata voy a ser yo». Yo soñaba con viajar, con tener una carrera profesional y ser presidenta de una empresa, mientras que otras amigas de mi iglesia soñaban primero con casarse. No digo que querer casarse esté mal, mi gran punto es que está bien querer hacer más que casarse. Hay mujeres que encuentran su don en dedicarse a la vida familiar, otras lo encuentran por fuera de ella.

Cant woman be heroes too
Rome, Open City (dirigida por Roberto Rossellini, 1945).

En el ideal cristiano los hombres y las mujeres tienen roles distintos pero complementarios, que muchas veces relega a la mujer a  el lugar débil de la relación. La mujer debe permanecer en casa, ser esposa y madre, cocinar y limpiar, y cuidar de sus familiares. Pero quedarse en esta visión es negar que las mujeres tienen muchas más habilidades y talentos que el sólo ser esposas y madres. Tienen el poder de liderar, de dirigir y de llevar a cabo muchas tareas que han sido consideradas masculinas. Negar esta habilidad sería negarme a mí misma y los dones que Dios me ha dado.

Aunque logré encontrar puntos en común, cada vez con más frecuencia me encuentro entre dualidades de los valores del cristianismo y el feminismo. Cada vez más situaciones me obligan a pensar sobre cuál camino seguir y qué acciones tomar. Por eso estoy cada vez más consciente que esta dualidad nunca va a desaparecer. Por ejemplo, en mi cuenta Spotify hay una playlist de música «gospel» y justo debajo está la de «Reggeaton Classics». Los dos no son completamente conciliables pero sí son compatibles.

En las últimas semanas me encontré con el feminismo interseccional. Las primeras olas de feminismo se basaron desde la visión de mujeres blancas, de clase media, cisgénero y sin ninguna discapacidad. Kimberlé Crenshaw, profesora de derecho de la Universidad de Columbia y directora del Centro de Interseccionalidad y Estudios de Política Social, acuñó el término «interseccionalidad«: en términos simples, entender que no hay solo una visión de feminismo sino que éste debe entenderse desde la intersección de muchos factores que influyen nuestra identidad, tales como la raza, el género, la clase socioeconómica, las habilidades, y la religión.

Creo que el tema de religión y feminismo es un tema que debe ser más tratado. La fe, en sus diferentes manifestaciones, hace parte de la diversidad del ser humano y por tanto el feminismo no debería taparlo por completo y negarlo. Más bien debería haber más enfoques que se encarguen de explorar las intersecciones de estas dos, y cómo una podría ayudar a empoderar al otro: una creyente feminista entenderá su valor como mujer, mientras que una feminista creyente entenderá la profundidad de sus creencias.

Sé que por decir que soy creyente no voy a ser tomada por muchas como una feminista seria. De la misma manera, sé que por ser feminista muchos otros no me considerarán como una creyente seria. Pero me voy a robar las palabras de Linn Marie Tonstad: el feminismo es  un discurso que me apasionó y me formó en un nivel tan profundo como lo hicieron mis creencias religiosas, sobretodo en aquellos puntos donde las dos divergen. Convertirse en feminista es un proceso, así como lo es convertirse en un creyente practicante. Aprendemos a hablar, vivir y pensar en nuevas maneras. De la misma manera que me prometí no negar a Dios, me he prometido no quedarme callada en situaciones anti-feministas, aún cuando tenga miedo de las consecuencias.

36 respuestas a “Confesiones de una feminista cristiana

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  1. Daniela, al leerte era como repasar cada uno de los pensamientos que pasan a diario por mi cabeza, soy una abogada apasionada por los temas de género y empoderamiento de la mujer, pero todos los días reafirmo mi fe en Dios! Esto genera un sinfín de pensamientos que a la postre termino pensando que son contradictorios, ojalá algún día la vida nos permita conocernos y quién quita, emprender algún proyecto que una nuestros ideales, un abrazo!

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  2. wow!! Me encanta. Agrego, a eso de que estas dividida entre dos corrientes, que la Biblia dice que examinemos todo y nos quedemos con lo bueno. Eso es lo que has hecho y te felicito! Un saludo desde Estados Unidos.

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  3. Waaw.. quede como emocionada.. me siento tan identificada con tus palabras..te diría que hasta parecía que hablabas de mi por momentos. Te agradezco por escribir esto. Me ayudó mucho en mí dilema saber que hay más cristianas que creen que las dos ideologías tienen parecidos y que, puede costar,pero pueden ir de la mano. Saludos desde Mar del Plata Argentina

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  4. estan totalmente erradas. la biblia es la palabra de DIOS, y DIOS creo al hombre y a la mujer , en igualdad de salvacion y dignidad, DIOS establecio adan , como el representante de DIOS , en la tierra, DIOS, determino a la mujer como ayuda idonea del hombre, DIOS, en el antiguo testamento , todos los profetas y lideres, son hombres, cuando cristo vino a la tierra eligio 12 hombres para ser sus discipulos, ya en los libros de los hechos , escogieron los apostoles a 7 diacaonos todos varones, en la carta de timoteo capitulo 2 :11al 15, y timoteo capitulo 3 :1al 7 ahi DIOS DETERMINA el liderazgo de la iglesia al hombre, cuando eva , se rebelo a la autoridad de adan, trajo la catastrofe al planeta cayendo en pecado y trajo la muerte, a todos los hombres, sino creen en la autoridad de la palabra de DIOS rebelandose a lo que DIOS dice. entonces preparense a recibir el castigo de DIOS, por rebeldes, DIOS dice que la rebeldia es como espiritu de adivinacion, estan totalmente fuera de lo que DIOS , dice y ordena

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    1. Vale Mario. También puedes mencionar esto a grandes mujeres líderes De Dios como Joyce Meyer y Catherine Coleman. Adan, al ser la cabeza, tenía la responsabilidad de no tomar lo que Eva le dio. Así que ambos pecaron. Ono tú dices la mujer es la ayuda idónea, un igual. A lo que te refieres no es la sumisión bíblica. Pero caso uno le rinde y le rendirá cuentas a Dios.

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    2. La Biblia no dice eso, estimado Mario, la tergiversación de la palabra es algo que nos destroza como creyentes, lee más, investiga más, y te darás cuenta que estás repitiendo lo que alguien te dijo, pero no estás pensando, el pueblo perece por falta de conocimiento, eso lo puedes leer en la Biblia, Dios mandó a su hijo porque su pueblo se había vuelto tan religioso, que olvidó porque estaba haciendo las cosas, se olvidaron de lo que realmente quería Dios de ellos, las costumbres sobrepasaron la comunión con Dios, y eso esta pasando en estos momentos con visiones tan sesgadas del amor de Dios, no solo estás profundamente equivocado, sino que no estas cumpliendo con la palabra de Dios, lee más, pero no una Biblia, lee varias, varias traducciones, piensa, y luego verás que Dios es más que eso que comentaste.

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      1. Daniela hola, soy cristiana feminista, violada y por Misericordia de Dios sin hijos de por medio, yo hubiera abortado y desde ahí me hice feminista m, muy criticada por todos…hoy una amiga me pidió ayuda para abortar y no se la negué…me siento horrible pero sé que es más probable que hubiera muerto con sus técnicas que con las pastillas…me siento tan mal, siento que me moriré ahora mismo y me iré al infierno…

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  5. Amo el haberme encontrado con tus palabras y no sabes lo bien que me hizo saber que no estamos solas y en poder reafirmar lo que he dicho en mi Iglesia, que el cristianismo no está peleado con el feminismo.
    No estoy en contra de Dios ni de Su Palabra. Estoy en contra de quienes usan la Palabra de Dios a su conveniencia para seguir imponièndose en la mujer y negarles una nueva oportunidad de vida, encarcelándolas a un matrimonio con violencia solo porque «La mujer se debe someter a su marido» y usando «El amor todo lo soporta»
    Me hierve la sangre que usen la Biblia por partes a sus conveniencia y es por lo mismo que más estudio la Palabra de Dios y sus contextos y todos los días le pido a Dios que me de sabiduría para poder manejar ambos temas y llevarlos a cabo en mi vida y compartirlos de la manera correcta.
    Gracias por tus palabras Daniela.

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    1. Miranda gracias por tu comentario! No estás sola y cada vez somos más que buscamos reconciliar nuestras creencias con nuestras luchas. El amor que todo lo aporta debe empezar por el amor a uno mismo, por eso la Biblia dice que amemos al projimo como a nosotros mismos. ¿Si no nos queremos y respetamos, como lo vamos a hacer por las otros?

      Por favor compárteme tus enseñanzas y estudios que seguro servirán a muchas!

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  6. Es increíble encontrarme esto en este momento que tengo un proyecto para mujeres cristianas Las mujeres cristianas tenemos tanto miedo a la palabra feminismo y la esquivamos, pero me encanta esto y me encantaría conocerte y lograr cosas juntas en este aspecto.

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  7. Que bueno es poder compartir las mismas inquietudes sobre estas dos palabras “creyente” y “feminista” que en algún punto parecen totalmente opuestas pero que a la vez tengan mucho en común.

    Me considero una mujer que ama a Dios y que ama luchar por los derechos e igualdad de más mujeres.

    Estoy cursando el último año de la Licenciatura en Trabaja Social en la Universidad Nacional de Lanús (soy Argentina).

    Gracias por tus palabras y desearía seguir reflexionando sobre los distintos problemas sociales que afectan la vida de las mujeres.

    Saludos!
    Jes ✌🏻

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    1. ¡Hola Jes! Muchas gracias, para mi es muy importante leer esto ya que nació de mi necesidad de tener paz. Creo que estaré desarrollando una serie de cristianismo y feminismo. Un abrazo

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  8. Me encanta saber que somos muchas las mujeres que cada vez más, nos adentramos en la lucha por nuestros derechos, y que buscamos reconciliar nuestra fe, con el derecho a creer en Dios en una iglesia justa, donde mujeres y hombres gocen de igualdad de derechos. COmo buena rebelde, también he buscado otras conciliaciones, y no soy la única, por ejemplo, otros expertos han tratado el humanismo marxista versus el laicismo católico, y bueno, yo después de tanto, concluyo que Dios es más grande y misericordioso de lo que está escrito, que nos ama por encima de todo, y que jamás aprobaría el machismo, ni nada que sea injusto, así que, soy feminista y creo en Dios

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  9. Gracias Daniela por escribir sobre estos temas, últimamente me siento tan dividida. No sé cómo ser genuina, no quiero ofender a Dios pero tampoco me siento identificada 100% con mi iglesia. Estoy muy frustrada, aunque haberte leído me subió el ánimo. Espero que escribas más sobre el tema y que esto no quede en la nada.
    Viendo los comentarios es evidente que no estamos solas, afuera hay muchas creyentes-feministas que necesitan ayuda.

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  10. Hola, yo también me considero una cristiana feminista.. aunque todavía estoy incursionando en el feminismo, descubriéndome yo misma como feminista, también estaba buscando a una cristiana que piense que igual que yo sobre el feminismo… es difícil defender una posición tan atacada (de parte del feminismo hacia el cristianismo, y viceversa). Tu publicación puso en palabras lo que yo misma era incapaz de expresar, muchas gracias.

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  11. hola Daniela, soy feminista hace muy poco, soy evangélica desde que tengo uso de razón, Daniela viví una situación horrible de violencia y claro que mi familia no me apoya, porque la biblia no es muy especifica en cuanto al maltrato a la mujer, estoy desesperada, dicen que ya no creo en Dios y me siento cada vez mas desconectada

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  12. Qué bueno es poder encontrar una columna como esta. Me he sentido tan identificada. Muchas gracias por compartir tu opinión, porque a veces siento que ando en dos cosas distintas y debo salir de uno para entrar en otro, pero como bien señalas es todo un proceso por descubrir. Agradecería bastante si pudieras recomendar libros sobre el feminismo cristiano. Nuevamente, gracias por compartir tu experiencia y expresar tu voz!

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  13. Me siento identificada.
    Porque amo a Dios por sobre todas las cosas, pero soy consciente de la situación en mi país y la desventaja de ser mujer en esta sociedad terrenal. Hay manera de que estemos en contacto para platicar más? Gracias

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  14. Hola Dani, me acabo de tomar con tu artículo dos años después que lo escribieras y suena tan actual que parece que lo escribiste porque ayer fue el día internacional de la mujer, fecha que me motivó a buscar hoy temas acerca del cristianismo y el feminismo.
    Debo confesarte que me considero feminista pero me daba pena admitirlo justamente porque también soy cristiana. Y no sólo eso, he tenido una fuerte lucha acerca de mi identidad el último año, porque me di cuenta que soy una mujer inteligente, fuerte, una líder nata que no sueña con tener hijos sino una empresa, y mujeres cristianas de mi familia me han dicho que está mal, que ese no es mi rol, así que empecé a cuestionarme muchas cosas. En fin, lo que trato de decir es que tus palabras me han traído alivio, y se que es Dios mismo dándome algunas respuestas de lo que le he preguntado, y sólo pido que Dios te siga bendiciendo y dando sabiduría para que puedas ayudar a más mujeres que están pasando por situaciones difíciles.
    Muchas gracias!

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  15. Muchas gracias por tu escrito, más de una vez me he sentido como saliendo del closét…primero, cuando me proclamé cristiana y después, feminista. Gracias ❤

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