Yo creo que las mujeres debemos tener el derecho a abortar. Lo creo profundamente, y he trabajado para que sea una realidad. Pero a pesar de tener esta convicción clara suelo evitar hablar del tema cuando estoy frente a alguien anti-aborto. Cuando el tema surge en conversaciones familiares pretendo que no tengo ninguna opinión. Hace poco cuando alguien respondió a una imagen que compartí en Facebook preguntándome que cuáles eran mis argumentos para justificar el “asesinato” de un feto, le respondí lo más gentilmente que pude que no tenía ningún interés en debatir sobre el tema.
Mi reticencia a hablar con quién defiende la posición contraria se basaba en la idea (que ahora creo equivocada) de que no es posible encontrar un punto medio entre los pro y anti aborto porque partimos de premisas completamente diferentes e irreconciliables. Una persona que está en contra del aborto por sus creencias religiosas cree que desde el momento de la concepción hay una vida humana. Y si esta es la premisa de partida es muy lógico que se esté en contra del aborto desde la concepción y aún más a lo largo del embarazo. Pero además, creer que desde la concepción hay vida humana viene de un dogma de fe y es, entonces, inamovible. Qué importa lo que hayan dicho los médicos sobre la capacidad de un embrión y un feto de sentir dolor, o sobre el momento en que los fetos empiezan a tener actividad cerebral; este tipo de conocimientos simplemente no pueden usarse como argumentos frente a un argumento de fe. Entonces para qué intentar.
Pero desde hace poco empecé a sentir una incomodidad profunda frente a esta imposibilidad de dialogar. En parte porque soy terca, pero sobre todo porque la realidad de los hechos parece contradecir mi creencia. Por ejemplo, hasta el 71% de los chilenos (un país altamente católico) dicen estar de acuerdo con que una mujer pueda abortar cuando su vida está en peligro. Así mismo, la respuesta suele cambiar cuando se pasa de la idea abstracta del aborto a un caso específico. Confrontados con la posibilidad de necesitar un aborto uno mismo la respuesta se vuelve mucho menos automática. Y eso me llevó a pensar que hay algo ahí. Hay un punto de discusión. Y por eso quise escribir esta columna.
Quiero empezar por decir cuáles NO son mis objetivos al escribir esto:
- No es mi objetivo convencer a alguien que esté en contra del aborto que cambie de opinión.
- No es mi objetivo convencer a nadie que un feto no es un humano, o que hay una diferencia entre la vida de una mujer embarazada y la potencial vida de un feto o un embrión.
- No es mi objetivo enumerar una lista de razones por las que yo tengo razón, y los anti aborto no.
En cambio, mi humilde objetivo es el siguiente: convencerlos de que hay un punto medio posible entre aquellos que como yo creen que una mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo, incluyendo el derecho a interrumpir un embarazo, y aquellos que creen que el aborto es un asesinato. Quiero hacerles ver que aún las personas con las creencias más radicales en contra del aborto pueden ver la lógica detrás de las tres causales del aborto que existen en Colombia.
Repasemos cuáles son las causales que le permiten a una mujer interrumpir su embarazo en Colombia:
- Cuando su vida o su salud física y mental están en peligro si el embarazo continúa.
- Cuando el embarazo es producto de una agresión sexual, una inseminación no consentida o incesto.
- Cuando el feto tiene una malformación que hace su vida extrauterina inviable.
Causal vida y salud:
Imagínese que usted y otra persona están en un barco que se está hundiendo. Solo queda un salvavidas. ¿Qué hace? ¿Le deja el salvavidas a la otra persona y se resigna a morir? ¿Toma el salvavidas y se salva a sí mismo, dejando morir a la otra persona?
Es muy difícil saber qué haría uno en esa situación. Algunos decidirán coger el salvavidas. Otros decidirán dejar el salvavidas a la otra persona. Pero algo es claro: sería absurdo pretender que usted está obligado a tomar una decisión sobre la otra. Puede que le parezca descorazonado dejar morir a alguien para salvarse a usted mismo, pero en todos caso nadie está obligado NUNCA a sacrificarse a sí mismo para salvar a otra persona.
De la misma manera, si alguien lo ataca con un cuchillo y usted para defenderse le dispara y lo mata, objetivamente usted mató a alguien. Pero creo que todos podemos estar de acuerdo en que el derecho a matar a una persona en esta circunstancia, sin ninguna consecuencia, debe existir aunque usted decida no hacerlo.
Antes de la legalización del aborto en Colombia, cuando estaba penalizado en TODOS los casos, una mujer llamada Martha quedó embarazada. En su segundo mes de embarazo le diagnosticaron un cáncer de cuello uterino, el mismo tipo de cáncer que había matado a su mamá y su abuela. El médico le dijo que si quería tener la posibilidad de sobrevivir, tenía que empezar quimioterapia y radioterapia y para eso era necesario interrumpir el embarazo. Pero Martha no encontró ningún médico que le practicara un aborto. Para el 10 de mayo del 2006, fecha en que se legalizó el aborto en Colombia, el cáncer de Martha ya había hecho metástasis.
Es muy posible que una persona con una oposición radical al aborto considere que se sacrificaría a sí misma antes de interrumpir un embarazo si estuviera en la situación de Martha. Si es así, saludo a esta persona por ser tan fiel a sus ideas. Pero lo que es impensable es que todas las mujeres estén OBLIGADAS a tomar esta decisión, cuando en ningún otro ámbito de la vida humana estamos obligados a sacrificar nuestra vida para salvar la de otra persona.
El derecho a la vida no es absoluto, ni siquiera para los fetos.
Causal violación:
Las mujeres que no somos sobrevivientes de una agresión sexual no podemos entender, pero sí podemos imaginar el trauma que resulta de una violación. Ahora imagínese que después de la violación la mujer se entera de que está embarazada, que está cargando un feto de su violador, que tendrá que dar a luz al hijo de su violador, que por al menos nueve meses tendrá un recordatorio diario de lo que tuvo que vivir. No solo esto, sino que tiene que tomar pasos activos para CUIDAR a ese feto.
Hay dos razones principales por las que prohibir el aborto a una mujer víctima de violación es cruel:
En primer lugar, porque obligar a llevar a término un embarazo que es resultado de una violación infringe en el proyecto de vida de una mujer, niega que las mujeres son personas autónomas, que tienen derecho a ejercer control sobre su propia vida. En segundo lugar, y como lo reconoció la Corte Constitucional cuando legalizó esta causal, porque obligar a una mujer que no quiere llevar a término este embarazo equivale a un trato cruel, inhumano y degradante.
El derecho a la vida no es absoluto. Pero el derecho a una vida libre de tratos crueles, inhumanos y degradantes sí lo es. ¿Que hay mujeres que llevan a término sus embarazos después de ser violadas? Claro. Hay quienes sacan del embarazo la fuerza para seguir adelante. Y las saludo. Pero una vez más, el solo hecho de que para algunas mujeres sea posible no alcanza para determinar que todas las mujeres deben hacerlo.
Causal malformación:
La tercera causal que existe en Colombia permite que una mujer interrumpa su embarazo cuando su feto tiene una malformación que hace imposible su vida por fuera del útero. Es decir, la idea es no forzar a una mujer a 9 meses de embarazo sabiendo que al momento de dar a luz el bebé no tiene posibilidades de sobrevivir.
¿Qué justificación hay para forzar a una mujer a dar a luz a un bebé que no podrá sobrevivir? ¿Que siempre existe una mínima posibilidad de que el bebé no muera? Entonces si 1 sobre 100 sobrevive, ¿debemos obligar a 99% a llevar a término un embarazo? La mayoría de argumentos de los anti-aborto sobre esta causal giran en torno a historias de fetos diagnosticados con malformaciones que no fueron abortados y, contra todo pronóstico, sobrevivieron.
Pero por cada caso así hay miles de casos como los de KL, la adolescente peruana que estuvo al centro de un caso ante el Comité de Derechos Humanos en el que se condenó a Perú por infringir tratos crueles, inhumanos y degradantes. A ciertos meses de embarazo los médicos se dieron cuenta de que su feto era anencefálico (no tenía ni cráneo ni cerebro) y aún así se negaron a practicarle un aborto. KL tuvo que cargar este embarazo, sabiendo que al momento de nacer su bebé no podría vivir. No solo esto, durante las horas en que el bebé permaneció con vida luego del parto, KL fue obligada a amamantarlo.
Lo que hicieron estos médicos fue obligar a esta mujer a ver morir a su bebé. Una situación que es psicológicamente más difícil que interrumpir el embarazo. Y esto, según el CDH, es equivalente a un trato cruel, inhumano y degradante.
Me niego a creer que una persona anti-aborto no sea lo suficientemente empática para entender la posición tan delicada que vive una mujer que se encuentra en alguno de estos tres casos. Y por eso mismo, creo que todos podemos entender por qué estas causales de aborto han sido reconocidas. Aún sin estar de acuerdo con las mujeres que lo hacen, aún sin querer hacerlo ellas mismas si se encuentran en esa situación, todas podemos entender por qué otra mujer decidiría hacerlo. Y por qué las mujeres lo han hecho por toda la historia. Y por qué, aún cuando está completamente prohibido y fuertemente penalizado, las mujeres continúan abortando.
Entonces al final del día, la decisión no es entre que haya abortos o que no los haya, sino que es entre si nos parece justo, inclusive moral, que las mujeres que abortan mueran haciéndolo.
Entonces vengo a proponerles un punto medio sobre el debate: yo hago el esfuerzo de entender que para ustedes, anti-aborto, la interrupción del embarazo es un tema muy difícil, porque consideran que en un feto hay una vida humana. Y quiero que ustedes se esfuercen también para entender que aún si todos estuviéramos de acuerdo frente a este hecho, hay circunstancias en las que las mujeres igual deben abortar. Y en últimas, podemos ponernos de acuerdo en aceptar que cada mujer tome la decisión que más le convenga.
Muy buen artículo, estoy de acuerdo en absolutamente todo lo mencionado anteriormente. Saludos Pio!!
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