Esta semana nuestra Pola Daniela Escobar hizo un ejercicio de catarsis pública sobre el acoso incesante que recibe en el trabajo, y la insistencia de sus clientes en llamarla «linda».
La feminidad y nuestra construcción de lo que es ser mujer suele estar limitada a un estándar de apariencia física y una serie de valores relacionados con la dulzura y la maternidad. Y esta construcción tradicional de la feminidad es dificilísima de vivir para muchas mujeres porque la realidad es muy alejada. La mayoría de mujeres somos mucho más complejas que solo un rostro lindo con una personalidad maternal. Nosotras, como todos los otros seres humanos, tenemos un amplio espectro de gustos, placeres, facetas, personalidades y necesidades que se salen de los estereotipos de género impuestos.
Y por eso quiero hablarles hoy del podcast «My Favorite Murder«. Es un podcast realizado por dos mujeres estadounidenses, Georgia Hardstark y Karen Kilgariff, en el que discuten entre ellas sobre casos de lo que los gringos llaman «true crime». Según la descripción oficial del podcast, se trata de una mezcla poco ortodoxa entre crimen y comedia. Pero en realidad va mucho más allá. My Favorite Murder es una ventana sin filtro y completamente honesta a la vida y la relación de sus dos presentadoras. Y es absolutamente liberador.
Karen y Georgia realizan cada semana un acto político al publicar conversaciones que muestran lo contradictorio, hipócrita, difícil, divertido, confuso, y emocionante que es ser una mujer. Por un lado, las dos presentadoras suelen exhibir comportamientos que aún nos parecen escandalosos en una mujer. Georgia, por ejemplo, eructa fuertemente en más de un episodio, y habla abiertamente de las muchas veces que su mamá la regañó por eructar cuando estaba creciendo. Karen no tiene escrúpulos para hablar de su vida sexual. Ambas mujeres cuentan de las veces que han pasado día sin bañarse y viviendo a punta de domicilios, y no temen mostrar esta cara poco atractiva y seductora. No tienen ningún remordimiento sobre el hecho de que a veces son perezosas, o mediocres o ignorantes. Ambas mujeres discuten frecuentemente sobre su decisión de no tener hijos. Uno de sus lemas es mandar a la mierda la buena educación, porque es una carga excesiva sobre las mujeres. Y ambas mujeres son muy, muy chistosas.
Pero más importante aún, Karen y Georgia nos muestran semanalmente que todas las mujeres somos una mezcla particular de comportamientos que encajan y comportamientos que rompen completamente con los estereotipos de género. Por un lado, los primeros minutos de sus shows en vivo siempre giran en torno al vestido y los zapatos que están usando. Las dos pasan episodios enteros hablando sobre lo guapo que es alguno de los personajes de la historia. Pero al mismo tiempo, la base misma del podcast es algo que el patriarcado nos ha dicho que es imposible: una colaboración entre dos mujeres que se quieren y se admiran y lograron unir fuerzas y empoderarse la una a la otra.
Pero además no les da miedo de hablar de los temas difíciles: Sus relaciones familiares, sus adicciones a las drogas y el alcohol, la inseguridades que sienten sobre sus cuerpos, su miedo a sentirse solas, sus problemas de salud mental, la relación que tienen con la religión. Y lo que más aprecio de ellas, su voluntad de seguir esforzándose por reconocer sus privilegios y abrir un espacio donde cabemos todxs.
Karen y Georgia son profundamente imperfectas. Y lo son en público. Es revolucionario. Ese es el encanto de este podcast. Vemos semanalmente y en vivo lo que es realmente ser una mujer en esta era. Vemos todas las contradicciones. Y gracias a las presentadoras, nos enamoramos de ellas y en consecuencia de nosotras mismas. Es inmensamente liberador ver mujeres tan imperfectas, y atrevernos a admirarlas.
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