El miércoles pasado Netflix estrenó «Homecoming», una película/documental sobre el regreso de la reina Beyoncé a los escenarios: su concierto en el famoso festival de música Coachella. Además de su muy aclamada presentación, el documental muestra imágenes del detrás de cámaras, la preparación del show, sus significados y los retos que Queen Bey tuvo que superar para poder hacer lo que hizo. Este documental es nuestro recomendado de hoy y a continuación les presentamos 5 razones para no perdérselo.
1. Es la muestra de por qué Queen Bey es Queen Bey
Solo Beyoncé puede hacer lo que hace. Solo esta mujer puede bailar con esa fuerza, técnica y electricidad, y cantar en vivo como si estuviera sentada en la sala de su casa, toda vestida en Balmain –la prestigiosa casa de moda francesa que ahora es dirigida por el genio de Olivier Rousteing–. Pero especialmente, lo que hace que Beyoncé sea lo que es su manera única de interpretar su música, de darle significados, de transmitir mensajes trascendentales con su voz, sus gestos, sus caras, la fuerza con la que da cada paso y mueve sus caderas como adueñándose del mundo. Ver a Beyoncé en vivo es vivir todas las emociones posibles para el cuerpo y la mente en un solo segundo y erizarse. Es algo mágico y surreal que nadie debería privarse de ver.
Aunado a todo ello, en esta presentación Beyoncé la saca del estadio con nuevas coreografías, nuevos arreglos, nuevos intermedios entre canción y canción (y se los dice una fanática desenfrenada que se sabe de memoria cada uno de sus conciertos). Además, cuenta con la participación de su marido, Jay-Z, su hermana, Solange, sus otras hermanas de la vida y de Destiny’s Child, Kelly Rowland y Michelle William, y para que nos inflemos de orgullo, del reggaetonero colombiano J Balvin. Es un concierto como solo Queen Bey puede hacer.
2. Es un concierto histórico
Beyoncé ha hecho historia muchas veces en su carrera: es la única artista en la historia a la que todos los álbums le ha debutado con el #1 en la lista Billboard, es la artista negra mejor paga de la historia, es la mujer que más premios Grammy se ha llevado en una sola noche, es la única artista en la historia que ha recibido un premio Grammy al mejor álbum de R&B por cada uno de sus álbumes, entre otros récords rotos. Beychella, como se renombró Coachella el año pasado, es uno de ellos. Con esta presentación, Beyoncé se convirtió en la primera mujer negra en encabezar la lista de este festival (siendo además la 3 mujer en hacerlo). Entonces, si quieren ser testigos de cómo se hace historia, véanse Homecoming.
3. Es un tributo a la cultura afroamericana en un festival «blanco»
Coachella, como muchos festivales del mundo, tiene la fama de ser un festival hecho por hombres blancos privilegiados para la clase privilegiada blanca estadounidense. El hecho de que Beyoncé haya sido, a penas hasta 2018, la primera mujer negra en encabezar el festival –con tantas artistas mujeres negras que han marcado la historia de ese país– confirma esta creencia. Entonces, para que el hito histórico que estaba haciendo para los afroamericanos no pasara desapercibido, el show de Beyoncé fue una celebración a las tradiciones y la cultura afroamericanas en pleno festival blanco. Todos en el escenario eran mujeres y hombres afroamericanos; toda la música se adaptó a las tradicionales bandas de New Orleans y a la «Batalla de las Bandas» universitarias que Bey veía desde pequeña; citas de Nina Simone entre escena y escena del documental; unió sus canciones con apartes de las de la inmortal Whitney Houston y a los ritmos africanos del nigeriano Fela Kuti, el dancehall de la jamaiquina Sister Nancy y el crunk atlantés de Pastor Troy; y cantó «Lift Every Voice and Sing», una canción considerada el himno nacional de los afroamericanos.
4. Es una celebración de la diversidad
Para Beyoncé fue fundamental que el show reflejara todo el talento y la belleza de su equipo de músicos, bailarines y bailarinas. Por eso, en el concierto vimos hombres y mujeres de todo tipo de cuerpos bailando y cantando en el escenario, llevando todo tipo de peinados y ejecutando las más originales rutinas. Como Beyoncé afirma, «quiero que todo aquél que se haya sentido rechazado por la forma en la que se ve sienta que está rompiéndola en el escenario».
5. Es una muestra de poder femenino
Cuando el proceso de 8 meses de preparación de Beychella inició, Beyoncé acababa de dar a luz a sus mellizos Rumi y Sir. En el documental, Bey cuenta que el día que dio a luz estaba pesando 100 kilos, y con ese peso y su poco estado físico comenzó a ensayar para la fascinante coreografía que la vimos hacer. El proceso fue arduo, implicó mucho entrenamiento, dieta vegana y sacrificio de tiempo con sus bebés recién nacidos. En un momento, Beyoncé confiesa que se sentía desconectada de todo, que nada le fluía y pensó que nunca volvería a ser la misma y nunca más podría hacer lo que siempre había hecho en un escenario. Sin embargo, ella, que es una guerrera, sobrepasó todos los desafíos y nos regaló un show sin igual, que ella produjo de principio a fin y desde el más pequeño hasta el más grande de los detalles. Beyoncé es una mujer como cualquier otra, llena de miedos e inseguridades, pero es una reina, que con trabajo duro y la piel de cuero ha hecho historia.
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