El rol de la mujer en la religión: ¿verdad absoluta o afirmación relativa?

Uno de los temas que más me cuestiona sobre mi fe es el rol que tienen las mujeres dentro de las instituciones religiosas. Es irónico que las mujeres puedan actualmente llegar a posiciones de poder en la mayoría de las profesiones, pero pareciera que son relegadas a un rol inferior para servir a Dios en el liderazgo religioso.

Al mismo tiempo, es muy simplista afirmar que dentro de una institución patriarcal no hay lugar para el feminismo. De hecho esta afirmación minimiza el rol de muchísimas mujeres a lo largo de la historia que jugaron un rol protagónico dentro de la religión. Ahora, ¿este rol corresponde al feminismo moderno? Es una pregunta difícil de contestar, pero siempre debe partir de un análisis interseccional de las participantes

La religión como institución sí ha subyugado y ha perpetuado la opresión hacia las mujeres. 

En las principales religiones monoteístas (Cristianismo, Judaísmo e Islam), las escrituras sagradas fueron escritas cuando la dominancia de los hombres prevalecía en todos los aspectos de la vida. Por ejemplo, los hombres podían tener múltiples parejas sexuales, como el rey Salomón que tenía 300 esposas y 700 concubinas (1 Reyes 11:3), pero el comportamiento adúltero de una mujer era castigado con el apedreamiento hasta la muerte (Deuteronomio 22: 22-24) – inclusive hasta el día de hoy en algunas naciones. En la Iglesia Católica Romana, se venera a la virgen María pero se considera a las mujeres como no aptas para servir como sacerdotisas. En algunas de las naciones islámicas las mujeres tienen restringida su movilidad, se les castiga por exponer sus brazos o tobillos, son privadas de educación, de poder manejar y de tener trabajos.

Todo lo anterior nos indica que la creencia de que la mujer es inferior a los hombres a los ojos de un ser superior no es exclusiva de una religión o tradición. Su influencia no termina en las paredes de una iglesia, mezquita, sinagoga o templo. Las mujeres están limitadas en su rol en muchas religiones y fes, creando un ambiente en donde las transgresiones hacia las mujeres son justificadas. 

Hoy en día, esta creencia aún excusa comportamientos misóginos como el esposo que le pega a su esposa porque la “está corrigiendo” o porque se portó mal, excusa la violación de mujeres porque los hombres tienen necesidades, excusa al empleador que paga menos a una mujer porque no es tan inteligente, o los padres que abortan a un feto al saber que su sexo es femenino. La influencia de la religión en las estructuras patriarcales le ha costado a millones de niñas y mujeres el control de sus propios cuerpos y vidas, y continúa negando el acceso equitativo y justo a la educación, la salud y el empleo, entre muchas otras cosas.

No obstante, hoy en día podemos entender que esta no era la intención original de la fe. Muchas de las verdades o preceptos que creemos proceden de la Biblia, realmente proceden de la cultura de la época en la cual fueron instituidos. Esto es lo que ha sucedido por siglos con el rol de la mujer dentro de las instituciones eclesiásticas.

En el Cristianismo, la interpretación bíblica se conoce como hermenéutica bíblica. La hermenéutica sirve como guía para interpretar pasajes bíblicos, y se busca aprender a conocer cuáles pasajes de la bíblia hablan de verdades absolutas y cuáles son afirmaciones relativas. Dentro de la hermenéutica, uno de los elementos más importantes yace en poder interpretar un pasaje específico a la luz de todo el texto bíblico; es decir, una interpretación correcta muestra que el sentido adjudicado es corroborado por otras partes del texto. En este caso, el pasaje se podría tomar como una verdad absoluta; mientras que si no tiene sentido con otros pasajes, este se considera una afirmación relativa.

Por siglos, los hombres y las instituciones han intentado erguir absolutos a partir de verdades relativas, donde la consecuencia ha sido “legalismos bíblicos”. Este ha sido el caso del rol de la mujer en la religión. Uno de los ejemplos más citados, y controversiales sobre el rol de la mujer en la congregación viene de 1 Corintios 14: 34-35 donde el Apostol Pablo está dando instrucciones la iglesia de Corintio:

34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.

¿Verdad absoluta o pasaje relativo? Si se lee textualmente se encuentra una razón bíblica para subyugar y restringir el rol de las mujeres. Pero si se ve a la luz de otros versículos vemos que el mismo Pablo menciona en 1 Corintios 11:5 y 14:3 que las mujeres tienen las mismas promesas y gozan de la misma posición ante Dios que los hombres (les es permitido orar y profetizar, cosas que necesitan del habla). Por tanto, si las mujeres hubieran de estar calladas todo el tiempo, los otros versículos no serían verdad. 

Jimmy Dunn, antiguo profesor de divinidad en Durham y autor de «The Cambridge Companion to St Paul”, asegura que muchas veces las interpretaciones que se hacen a la bíblia no se tienen cuenta frente al contexto histórico en el cual fueron escritas. «Creo que Pablo estaría horrorizado al ver que muchas de sus cartas se utilizan en situaciones muy concretas… que se generalizan 19 siglos después y la gente dice ‘Esta es la regla para siempre y jamás’».

Es claro que durante las primeras etapas del Cristianismo, las mujeres servían como diáconos, sacerdotisas, obispas, apóstoles, maestras y profetas. En Romanos 16, Pablo termina su carta a los romanos listando a un grupo de cristianos primitivos donde figuran varias mujeres, e inclusive algunos analistas subrayan el hecho de que una de ellas, Priscila aparece mencionada antes que su esposo Aquila:

16  Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea;

2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.

3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús,

4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.

No fue sino hasta el siglo cuarto que líderes hombres distorsionaron las escrituras bíblicas para perpetuar sus posiciones ancestrales dentro de la religión jerárquica. La Iglesia se alejó abismalmente del rol inicial de la mujer, adoptando elementos paganos dentro de la cultura jerárquica. 

Sin embargo, las mujeres sí han jugado un rol clave en la religión. Las mujeres componen la mayoría de la proporción de personas creyentes en el mundo, son más devotas que los hombres (un estimado global donde el 83.4% de las mujeres se identificaron con una fe vs un 79.9% de los hombres), y han sido las pioneras en empezar movimientos de evangelización. 

Si algo queda claro es que justificar la discriminación de las mujeres y niñas con base en la religión o tradicion, como si estuviera preestablecido por una autoridad superior, es inaceptable. 

En el ideal cristiano los hombres y las mujeres tienen roles distintos pero complementarios, que muchas veces relega a la mujer a el lugar débil de la relación. Pero quedarse en esta visión es negar que las mujeres tienen el poder de liderar y dirigir, puesto que si había sido dispuesto para las mujeres dentro de la religión. Nuestra posición ha sido una afirmación relativa que se puede y debe cambiar. Por tanto, el feminismo si cabe en la religión. El feminismo es sobre ambos, hombres y mujeres. El feminismo afirma la humanidad completa de la mujer, y no pretende sofocar la del hombre. Pero para poder entender y aceptar que las mujeres no han tenido una voz/humanidad completa en la historia, hay que aceptar que la voz de los hombres ha sido históricamente más fuerte, incluyendo estructuras que los favorecen. 

Para quienes creen que el feminismo va a destruir el valor de la mujer: no es que el feminismo esté afectando a la Iglesia, es que la Iglesia ha permitido que la cultura prive el rol de la mujer dentro de la Institución.

3 comentarios sobre “El rol de la mujer en la religión: ¿verdad absoluta o afirmación relativa?

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  1. ¡Felicitaciones por tan excelente artículo, Daniela! Soy creyente y me encantó leer esta columna, muchas gracias por enseñarnos sobre hermenéutica bíblica.

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  2. ¡Felicitaciones por este excelente artículo, Daniela! Soy creyente y feminista, y me encantó leer tu columna. Muchas gracias por enseñarnos sobre hermenéutica bíblica.

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