Marie Adler (nombre ficticio) fue brutalmente violada por un extraño que entró en su cuarto cuando tenía 18 años. Lo que sucedió después dio lugar a un artículo ganador del Pulitzer Price publicado por ProPublica y The Marshall Project, titulado “An Unbelievable Story of Rape” (Una increíble historia de violación), y a la nueva serie policial de Netflix.
Pero la historia de Adler no es una historia inédita. Lo que ella vivió lo viven miles de mujeres víctimas de violencia sexual en el mundo. Y ahí radica la importancia de su historia. La serie “inconcebible” de Netflix es dolorosa, pero necesaria porque nos obliga a vivir y observar el viacrucis que enfrentan las sobrevivientes de violencia sexual que osan denunciar sus ataques.
La serie de Netflix sigue en paralelo la historia de Adler desde su denuncia el día después del abuso y la historia de Grace Rasmussen y Karen Duvall, dos detectives que trabajan años después para resolver el caso de un violador en serie.
Desde el primer episodio, el espectador se enfrenta a la violencia institucional que enfrentan las víctimas de violación. Vemos a Marie ser interrogada 4 veces seguidas por diferentes policías que le piden repetir una y otra y otra vez los eventos de la noche anterior. Vemos a Marie desnuda, asustada, siendo fotografiada y examinada por una enfermera que toma muestras de su cuerpo, vemos a las autoridades cuestionar su historia, sus confusiones, su manera de reaccionar, vemos a sus familiares y amigos cuestionar su actitud en los meses previos al abuso y vemos, dolorosamente, a Marie deshacerse entre las dudas de quienes la rodean y terminar por suponer que ella misma se soñó el abuso.
Y, sin embargo, el segundo episodio nos muestra una forma de ser y de actuar diferente. Vemos a dos detectives responder a una denuncia de violación con empatía y sin prejuicios. Vemos a una víctima que es acompañada desde el primer momento, vemos a las detectives explicar paso a paso el procedimiento a seguir, vemos las diferentes formas posibles de reaccionar.
Y la serie trata también de forma justa y contundente el problema de violencia que es sistémico dentro de la policía, y la cultura de la violación que existe aún entre quienes deben supuestamente protegernos. En una escena emblemática, las detectives discuten sobre la posibilidad de que el violador en serie sea un policía, por su conocimiento de los procedimientos judiciales y por el otro porque tener incidentes de violencia domésticas puede predecir que alguien cometa actos de violencia sexual, y que el 40% de los policías en Estados Unidos tienen incidentes de violencia doméstica.
La serie lo tiene todo. Un elenco sublime, una historia cautivante e indignante, un mensaje profundamente feminista. Y un final feliz. O al menos lo feliz que puede llegar a ser un final para una mujer sistemáticamente victimizada.
Acá pueden encontrar el vínculo para el trailer de la serie: https://youtu.be/EPe5hoOnRSY
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